martes, 20 de noviembre de 2012

Posiciones sexuales para elevar el placer de la mujer al máximo


Aunque no es un dato generalizado, la mayoría de hombres y mujeres llevan un ritmo de vida sexual diferente. Esto no representa un problema hasta que en una pareja, ya sea amorosa o sexual, la mujer tiene problemas para llegar al orgasmo. Por eso, a continuación se presentan algunos consejos y posiciones para que esta situación no ocurra.


 
Si bien culminar la relación sexual con un orgasmo, no es la única finalidad de éste, si es un factor muy importante. Se sabe que muchas mujeres tienen dificultades para llegar al clímax, lo cual se debe a varios factores, pero se puede nombrar como el principal la falta de control sobre sus propios cuerpos durante el acto. De manera que cuando se deja toda la tarea al hombre, la mujer somete irremediablemente su placer a lo que el compañero sea capaz de lograr.
Si se quiere dar una solución a la situación, se puede probar con posiciones donde la mujer controle tanto su cuerpo como su placer, donde sea ella quién decida el grado e intensidad de la penetración, así como los movimientos.

Para hacer más sencilla esta tarea, se enumeran aquí algunas de esas posiciones para que se entienda la meta.
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La doma: Esta posición es muy cómoda para la mujer, quien se sitúa sentada en una silla de frente sobre su pareja, quien también está en la silla. Aquí la mujer puede controlar perfectamente la intensidad del movimiento así como el grado de la penetración.

El acróbata: Aunque no es una postura donde se pueda haber mucho movimiento, es la idónea si se desea penetración con estimulación manual libre. La posición consiste en que el hombre se recueste boca arriba y la mujer encima de él, sentada erguidamente; de esta manera el hombre puede ayudarla a moverse mientras ella toca su clítoris o viceversa.

El pulpo: Esta posición requiere de un poco más esfuerzo físico, ya que la mujer y el hombre se colocan sentados de frente uno al otro, siendo la mujer quien sube sus piernas en los hombros del compañero y mantiene el movimiento con los brazos. No obstante existe una variante llamada “la fusión”, donde el acomodo es el mismo, pero con la diferencia de que las rodillas de ambos están flexionadas (como cuando se toma el sol). De esta manera la mujer controla el grado de penetración, el clítoris queda libre, y el deleite visual es un buen incentivo para la excitación.

La cucharita: Esta posición es muy estimulante para la mujer, ya que consiste en que la pareja se coloca detrás de ella estando ambos acostados en pose fetal, su compañero puede acariciarla y apoyarse totalmente sobre su cuerpo, mientras la mujer o el mismo compañero acarician el clítoris.

El jinete: Esta es una de las posturas con más control para la mujer, donde el hombre se recuesta boca arriba, y la mujer se coloca sobre él sentada mirando hacia los pies del compañero, es decir, en sentido inverso. Los movimientos pueden ser de atrás a adelante, en círculos o con sentones, pudiendo la mujer medir la intensidad de todo el acto mediante el uso de ésta posición. Existe una variante donde la mujer mira a la cara de su amante en lugar de darle la espalda. El clítoris queda libre para su estimulación.

Con posiciones donde la mujer tenga acceso libre a acariciar o ser acariciado su cuerpo, se puede maximizar o minimizar la penetración del compañero y elegir el ritmo en el acto sexual, siendo así más probable que su goce sea mayor e incluso pueda llegar al orgasmo.

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